Una nueva ilusión


Una nueva ilusión
 
Empieza el año. Y como todos los años, siempre nos proponemos nuevos objetivos. ilusionantes objetivos. Que si nos apuntamos al gimnasio, que si fumar menos, que si volver a estudiar, que si apuntarnos a Fudenas o si mejorar en nuestra técnica bajando.... Objetivos muy subjetivos, que depende de cada uno, pero que tienen en común algo: la ilusión. Si es que es la ilusión la que nos mueve. Esa ilusión de conseguir algo difícil, que implique trabajo y esfuerzo, y cuya recompensa es el conseguir el objetivo planteado de inicio.



Bueno, antes de seguir soltándoles el alegato, decirles quién soy, o como dicen nuestros mayores "¿y tú de quién eres, mi niño?". Me llamo Juan Manuel, pero en este mundillo de la bici me conocen más por Mederos.... ¿tantos juanes habemos?. Llevo desde niño con la bici, aunque hubo un tiempo que me dediqué mas a darle patadas a la pelota y a correr detrás del delantero. Un tiempo que dejó huella en mí, concretamente en mi rodilla derecha. El médico me recomendó natación y ciclismo. El facultativo cometió el error de decírmelo delante de mi mujer, así que me viré para ella y delante mismo del médico le solté: "niña, el agua está fría.... ¿vamos mañana a mirar una bici?" Si es que me lo puso a huevo.



Cuando retomé la bicicleta lo hice como lo hacemos casi todos nosotros, con la típica salida por cerca de casa por carreteras secundarias evitando el tráfico. Poco a poco, fui engolosinándome con las pistas de tierra, y atreviéndome poco a poco  a echarme fuera de la "serpiente negra con rayas blancas" que es la carretera.  Solo, sin conocer apenas caminos, fui al golpito descubriendo nuevos lugares de esta nuestra tierra tan querida. Esta isla que es espectacular a poco que te aventures en algún camino.  Y desde entonces no he parado. Con unos amigos estuve un tiempo mirando rutas por toda la isla, y me gusta saber que muchos de los "wikilos" que ustedes miran para ir por esos mundos de Dios con la bici tuve algo que ver. También he escrito un poco en un blos que hay por ahí, aunque con dos niños es complicado tenerlo al día. He conocido muchísimas personas, amigos en el 99% de los casos, con los que me enorgullezco de haber compartido horas y horas de experiencias inolvidables, con la bicicleta como denominador común. La bicicleta de montaña en mi caso. Pero siempre desde el mundo ¿"amateur" es la palabra?, aficionado, entusiasta... creo que nos dicen globeros. Sin nunca participar en ninguna competición, quitando claro la pachanga que supone hacer Fudenas en dos días, me he mantenido siempre alejado de todo lo que es el mundo de las carreras.
 
Mi primera bicicleta "seria", Scott Scale, en La Aldea.


 Pero de lo que más orgulloso me siento es de haber traído de vuelta al mundo de las dos ruedas (sin motor, ¡eh!) a uno de mis amigos de la infancia. Tuvo un desafortunado incidente con el furbo -básicamente, le hizo un regate a un rival que no se lo tomó bien, lo persiguió por todo el campo hasta literalmente levantarlo pal aire- que le dejó con una importante secuela física. Amigo de siempre, veía desconsolado las fotos que le mandaba, oía como le contaba esta o aquella experiencia.... Ese fue mi mayor desafío, que volviera a la bici. Empezó, o volvió a cogerla, un día que salimos por las medianías norteñas. Y gracias a Dios, y debo admitirlo, a mi morrudez y su afán de superación, ha podido dejar atrás  ese problema que tiene, y lo ha hecho tan bien que el jodío corre más que yo, e incluso le da a la flaca, "de carretera" que las llaman. Hasta entramos de manitas como si fuéramos dos polluelos enamoraos en la meta de Jandía.Pues este año me han embarcado en un objetivo un poco peculiar. Un gran amigo, ya incrustado en la disciplina del club Tamadaba Biker, y con el que comparto no sólo la afinidad al ciclismo, sino mucho de la filosofía de cómo entenderlo, literalmente me trajo cogió por el cogote y me trajo al club, como si fuera una loba con su cachorro. Y junto conmigo, trajo a casi toda la manada. Prácticamente el 90% de la gente que salimos en estos últimos dos años o van a ser parte del club o serán colaboradores de una u otra manera. Si no somos 40 es porque sobrepasamos ese número, una nada despreciable cantidad.


  Foto de una de una ruta multitudinaria.... donde no están ni la décima parte de la gente que pudieran estar.
 
Cierto es que la competición no es mi mayor interés. Pero en estos últimos meses he descubierto que sí que me gusta, pero desde la orilla. Me explico, quizás no me gusta meterme en medio de la carrera a competir, a luchar con el resto de compañeros corredores por la victoria (o en mi caso, no llegar el último) pero no sin sorprenderme he comprobado que me gusta estar en el fandango de la preparación del evento. Que si ir a dar sacho a tal tramo, que si promover el evento, que si sacar fotos, que si ponerme en un cruce a orientar a los corredores.... ¡Oye, me encanta! Tiene "su aquello" que me engancha.


 Dialogando con el compa Enrique después de "voluntariar" el día de la carrera.


Y en esas ando, y parece que este año me van a tener del tingo al tango. No una, ni dos, sino cuatro pruebas quieren organizar. Queremos organizar, que coño, que en el momento de escribir estas líneas ya estoy dentro del club. Un objetivo difícil, pero la experiencia de algunos integrantes del club, sobre todo los más antiguos en él, y del apoyo de nuestros patrocinadores, creo que lograremos. Como referencia última, el pasado  Campeonato de Canarias de Maratón MTB Agaete Noroeste que el club tuvo el honor y el placer de organizar, y que desde mi modesta opinión salió bastante bien. Y ojo, que pal 2019 ya estamos mirando cositas......


Y empezamos fuerte. Con una escuela de ciclismo para los niños que presentamos en los primeros días de enero, y con todo un Enduro que celebraremos, Dios mediante, en Febrero. Menudos dos proyectos, la verdad, a cuál más ambicioso, y a la vez, más esperanzador e ilusionante. Enseñar a los chiquillos lo que nos gusta es prácticamente el pasar el testigo a las nuevas generaciones para que nuestra visión del deporte, y porqué no decirlo, de la vida, perdure. Y el enduro..... niños, creo que está quedando bastante guapo, eso si, llano no es....
 
 
Y así llega el 2018. Con ilusión. Y con Tamadaba por nombre, lo cual es una enorme responsabilidad y mayor honor.